Rector de la universidad loretana, advierte que jóvenes solo tienen como alternativa enrolarse al servicio del narcotráfico
IQUITOS.- La inexistencia de fronteras vivas amazónicas y el abandono de los más de 76 mil nativos que viven a lo largo de los puntos de línea de frontera con Ecuador, Colombia y Brasil, es el telón de fondo de una dramática inseguridad de la soberanía nacional que ha determinado que, por lo menos, medio millar de jóvenes nativos se hayan convertido en mochileros o transportistas de la droga proveniente del Valle de Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), La Convención, Aguaytía y Huallaga y, más grave aún, que busquen integrarse a los países vecinos antes que al suyo.
Esta apreciación fue hecha por el doctor Juan Saldaña Rojas, rector de la Universidad Científica Perú –sede la ciudad de Iquitos – Loreto, un profundo conocedor de la realidad amazónica, quién no tiene ninguna duda de que la Amazonía peruana, por los argumentos antedichos, se encamina en el corto plazo a ser un nuevo Vraem, donde la violencia será superlativa y tal vez hasta tenga efectos desestabilizadores de la integridad territorial.
CORREDOR DE LA DROGA
Los jóvenes nativos, según Saldaña, alquilan sus servicios de “mochileros” de cocaína hacia los centros de distribución internacional localizados en los países vecinos a cambio de una paga de 900 dólares al mes. Pero el problema es mayor si se tiene en cuenta que las poblaciones de nativos peruanos viven un proceso de integración con los países amazónicos vecinos, gracias a que estos brindan servicios de salud, educación y vivienda.
Además, advierte, hay otro numeroso grupo de pobladores, aún indeterminado, que se ha enrolado como fuerza de servidumbre de las bandas armadas de las llamadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a las que les prestan servicios de abastecimiento de víveres de toda clase, medicinas e insumos de telecomunicaciones a cambio de una paga similar.
Este nuevo corredor de la droga, puesto al descubierto por el doctor Saldaña, es real, según pudo verificarlo y recorrerlo este enviado especial, en una travesía de 32 días que comprendió la línea fluvial fronteriza del río Putumayo y Álamo con Ecuador y Colombia; así como el Bajo Río Amazonas, los ríos Yaquerana y Gálvez, Yavarí y Marí, fronterizos con Leticia –Colombia y Brasil.
“Los nativos, en general, y jóvenes en particular, frente a ninguna alternativa para desarrollarse en nuestro país, se han visto obligados, por la necesidad de supervivencia, a convertirse en mochileros de la drogas y colaboradores de la subversión colombiana, lo cual desnuda la inexistencia de fronteras vivas que nunca desarrollaron los gobiernos de turno”, dijo Saldaña.
DRAMA DE ETNIAS
Sostuvo que esta responsabilidad le alcanza también a los congresistas representantes de la Región Loreto porque no han desarrollado acciones concretas en favor de las 67 mil nativos de las diferentes comunidades, entre las que figuran los huitotos, quichuas, muruy, yahua, secoya, cocoma, orejones, andoques, ocainas, campuyas, mayjunas etc., que habitan las zonas del Gueppi, la cuenca del rio Putumayo, que son frontera con Ecuador y Colombia.
Muchos de ellos también se localizan en el Bajo Río Amazonas, Angamos, Yaquerana, Río Gálvez, Río Yavari y Mari, que son zonas de frontera con la Leticia de Colombia y con Tabatinga y Benjamín Constante de Brasil. Para nadie que conozca la Amazonía peruana es un secreto que nuestros compatriotas nativos de las zonas de fronteras reciben servicios de educación, salud y vivienda y que seducidos por esta acogida resuelven adquirir la nacionalidad de los países vecinos, resaltó Saldaña.
DESNACIONALIZACIÓN
“Nuestros compatriotas nativos de las diferentes etnias, luego de dar este paso de cambiarse de nacionalidad, resuelven trasladarse definitivamente, junto con sus familiares, al país vecino (Ecuador, Colombia o Brasil), donde en adelante actuarán como ciudadanos de estos países”, añade.
Saldaña invocó al gobierno del presidente Ollanta Humala, a que voltee la mirada hacia nuestras zonas amazónicas localizadas desde Gueppi, toda la cuenca del Río Putumayo, Bajo Río Amazonas, Río Yavari y Marí, Angamos, Yaquerana y Río Gálvez, que son poblaciones fronterizas con Brasil, Colombia y Ecuador, y que dicte políticas de relanzamiento de sus desarrollos e integraciones plenos a la soberanía nacional.
El rector de la Universidad Científica del Sur destacó que una de las alternativas para enfrentar el abandono de la Amazonia es dar paso a la integración fronteriza amazónica de la Región Loreto con los países vecinos, que revertirá “el proceso de succión” de nuestros nativos que hacen los dichos países.
INTEGRACIÓN FRONTERIZA
A su juicio, la política de integración fronteriza amazónica permitirá abaratar los costos de los alimentos, medicina, insumos diversos y gas, donde en la actualidad, por ejemplo, el balón de gas doméstico cuesta 115 soles, procedentes de los centros de expendio ecuatorianos, colombianos y brasileños.
Una forma de integración, dijo, podría ser como la que se viene realizando en las zonas de frontera con Bolivia y Chile, en las que los naturales de estos países pueden ingresar sin pasaporte, solo con Tarjeta Andina o documentos de identidad, hasta Arequipa pasando por Puno y Tacna respectivamente, y los ecuatorianos lo hacen de la misma manera hasta Lambayeque.
Pero esa política de fronteras abiertas, dice, no se aplica a los ecuatorianos, colombianos ni brasileños, quienes luego de cruzar el río Amazonas, llegan a Iquitos, capital de la Región Loreto, no avanzan más ni son seducidos por alguna política de integración que les permita ser atraídos como lo son los peruanos en sus respectivos países.
LO QUE FALTA
Saldaña Rojas precisó que Iquitos tiene condiciones para desarrollarse y ser eje de un proceso de integración amazónica, pues tiene una impresionante infraestructura en su puerto fluvial, capaz de recibir barcos de gran calado y otras embarcaciones como lo hacían en la época del caucho, pero eso no es suficiente.
Falta claramente, dice, el desarrollo de intercambio comercial, turístico y la industrialización de su materia prima, aspectos en los cuales hay una sistemática obstrucción parte de la autoridades de Iquitos.
“Esta situación no es reciente, viene sucediendo en los últimos 50 años y es la explicación del abandono total en que se encuentran las localidades fronterizas amazónicas abandonadas por la indolencia e inercia de los gobernantes de turno”, concluyó.
Por: Leonidas Canchanya Joaquin, Enviado Especial