POR: RAMÓN FAJARDO
Ha pasado medio siglo desde que inicié mi vida laboral en el Congreso de la República. Irónicamente, a estas alturas, don Enrique Escardó Vallejo ha tenido la generosidad de aceptarme como “Cronista Parlamentario” de esta revista “Gente” que la dirige desde su fundación, actitud que renueva la esperanza de estar activo, particularmente, por tratarse de producirse esta misión en el centro de mi iniciación en el trabajo.
[h2] REMEMBRANZAS [/h2]
En este renacimiento se me antoja empezar mi primer trabajo de “Cronista”, recordando algunos eventos y personalidades que fueron parte de estos cincuenta años, es decir, evocando el pasado para luego de tomar nuevos bríos vivir esta nueva etapa. Haciendo un esfuerzo de síntesis, les adelanto algunas de ellas:
Don Alberto Arca Parró, Senador por Ayacucho, autor entre otros, de la Ley N° 14816, Ley del Presupuesto Funcional de la República, cuya característica fue la de constituir al presupuesto como una herramienta de gestión más técnica que las anteriores. Recuerdo que, por un cáncer que afectó a sus cuerdas vocales, sufrió inexorablemente, por convertirse en un Parlamentario sin voz. Tragedia, que lo obligó a solicitar licencia, si mal no recuerdo por seis meses; transcurrido este lapso, sin previo aviso, se presentó a una sesión de “El Pleno” del Senado y, para sorpresa de todos los presentes pidió la palabra. Extrajo de su bolsillo una planchita esférica de metal que se la presionó en medio del cuello y empezó a hacer uso de la palabra – Había aprendido a hablar con el estómago – Se imaginarán el regocijo de sus colegas. A algunos Senadores y público incluyéndome, se nos deslizó una furtiva lágrima
Don Luis Alberto Sánchez Sánchez, ilustre personaje que por ser ampliamente conocido por todos huelgan comentarios. Sólo les referiré una anécdota. En el transcurso de un debate en el hemiciclo el Senador Dieguez Napurí, le solicitó una interrupción, pero el doctor Sánchez, sin darse por aludido siguió hablando. El referido Senador un poco enojado, le reiteró dos veces más la solicitud de interrupción; al tercer requerimiento, LAS, mirándolo fijamente le dijo que no podía concederle la interrupción. Preguntado sobre la razón de su negativa, primero, se apoltronó cómodamente en su curul y le dijo: ¡porque ya terminé! Traigo a colación este hecho, pues, en la actualidad los señores Congresistas piden interrupciones inclusive antes que su colega haya iniciado su intervención o cuando ya la ha concluido.
Don Miguel Dammert Muelle, simpatiquísimo Senador, tenía encima de su escritorio una mano con “Lisurita” tallada en madera que hacía notar a todo visitante antes de que le formulara algún pedido. Como ministro de Trabajo y Asuntos Indígenas, asistió a una invitación al Senado en esa ocasión presidida por don Julio de la Piedra, inició su intervención comunicando a la presidencia que el ministerio de Trabajo de acuerdo a la escala protocolar estaba en la cola, el presidente le dijo: “Tiene la palabra señor último ministro”.
[h2] AGENDA PENDIENTE [/h2]
La Cámara de Senadores de Chile, está revisando un proyecto de ley de fortalecimiento de la “Oficina de Análisis Financiero”. Organismo similar a nuestra “Unidad de Inteligencia Financiera” proporcionándole la facultad del levantamiento del secreto bancario y la reserva tributaria para facilitar su trabajo relativo al “Lavado de Activos” y “Financiamiento del Terrorismo”, entre otros. Aprobado por la Cámara de Diputados y, posiblemente, sea aprobado uno de estos días en la “Cámara Alta”.
Lo penoso es que Chile, no sólo nos gana permanentemente en fútbol, sino en asuntos tan importantes como el que describo precedentemente. Hace muchos años, se ha presentado al Congreso de la República un proyecto de ley similar. Actualmente, con el N° 03620 y que lamentablemente, se encuentra “Durmiendo el Sueño de los Justos” o dejado para “Las Calendas Griegas”. Este proyecto no sólo reviste singular importancia para la lucha contra el lavado de activos y financiamiento del terrorismo, también para la lucha contra la corrupción generalizada como una metástasis en nuestra sociedad. En esta sección seguiremos bregando para su pronto debate y posterior aprobación.
[h2] CRÓNICAS PROTERVAS E IRREVERENTES [/h2]
[h3] “Vitocho” García Belaunde [/h3]
Se escucha muy a menudo, tanto por parte de muchos Congresistas así como como del público en general que, cuando el Congresista no asiste a las sesiones ordinarias de las Comisiones y, en muchos otros a “El Pleno Congresal”, la mayoría de los asistentes, se entregan plácidamente a los “brazos de Morfeo”, motivado por la ausencia de su conocido “estilo” de ponerle sal y pimienta a sus intervenciones que los mantiene bien despiertos y prestando especial atención.
[h3] Alejandro Aguinaga [/h3]
Aseguran que el Congresista Alejandro Aguinaga y el distinguido doctor “Uriel García Cáceres” pertenecen a la misma promoción de estudios. Cuando aun eran niños habían jurado ser, algún día ministros de salud, sueño que ambos realizaron. Los dos tienen muchos atributos comunes, tales como, su inteligencia y profesionalismo, lo único que los diferencia es que el doctor Aguinaga está padeciendo del síndrome de “Dorian Gray”