Su primer avión lo voló a los 18 años. La Alférez Romina Feijoo fue la única mujer postulante para ser piloto de helicóptero y ahora es una aspirante a Capitán. “Al igual que la Capitán Laguna, yo vengo de una familia que ha visto la FAP como un segundo hogar. Y siempre quise estar aquí. Desempeño funciones administrativas, paralelamente como piloto, y me encargo de la supervisión de toda el área electrónica.
Me están insertando en la vida en la selva.”
El Cuerpo Aeronáutico del Perú, no sólo está compuesto de valerosos hombres, que día a día se esmeran por proteger los intereses peruanos. La FAP también cuenta con mujeres valientes y orgullosas de vestir ese traje azul. Es el caso de la Capitán Julissa Laguna Arana y la Alférez Romina Feijoo Ojeda. Estas dos féminas llevan el amor por la aeronáutica en la sangre y desde que terminaron el colegio, lo único que aspiraron era formar parte del ‘Cielo de Quiñones’.
Madre y esposa, la Capitán Julissa, a sus 31 años se ha convertido en la primera y única mujer piloto de helicóptero de la Fuerza Área del Perú. Graduada también como Licenciada en Administración, en el 2012 la condecoraron con la ‘Orden al Mérito de la Mujer’, por su destacada actividad en las Fuerzas Armadas y Policiales.
“Me siento orgullosa de pertenecer a esta institución, de ser piloto, de haber elegido esta carrera, y de alguna manera me gustaría servir de motivación para muchas jóvenes que tal vez aún estén indecisas. Quiero animarlas a compartir con ellas esta carrera apasionante”, declara la simpática Oficial.
Ella nos cuenta que para llegar donde se encuentra, lo único dificultoso es: aprobar el proceso de adaptación, que es donde ciertos postulantes desisten. “Algunos no resisten el cambio de la vida civil, a la vida militar. La etapa de aspirante es donde se enseña algunas reglas a las que pocos se adaptan. Como toda carrera demanda tener varias aptitudes, porque uno cumple muchas funciones, como: piloto, funciones administrativas, etc. Sólo hay que tener las cosas claras y saber organizarse.”
“Yo vengo de una familia militar: mi padre y mis hermanos viven esta vida. Y en un principio tuvieron una reacción un poco acuosa, pero con el pasar del tiempo se dieron cuenta que fue la mejor decisión para mí, porque ahora compartimos las mismas experiencias”, nos responde muy entusiasmada.
De esta manera, insta a la mujer a participar en la aviación militar. “En los últimos tiempos, las mujeres han sabido ocupar puestos muy importantes y en la FAP no solo se pueden desempeñar en el campo militar, si no también está el área administrativa, el campo de personal, la Fuerza Aérea, la aviación. Es toda una gama amplia y muy compleja. Pueden ingresar a la página web de la FAP para que conozcan un poco más de lo que trata.”
Julissa Laguna, labora en la Base Aérea del Callao con el planeamiento de los turnos de vuelo, rutas y misiones, además de la revisión de las condiciones meteorológicas que permitan asegurar el éxito en las misiones aéreas. Ella pilotea actualmente un helicóptero Bolcow para cumplir misiones de carga de pertrechos, traslado de pasajeros o de enfermos hasta centros de salud en zonas de difícil acceso, además de labores de búsqueda y rescate en el interior del país.