Entrevistas

ASÍ NACIÓ ESCARDÓ AL PERIODISMO

Enrique Escardo a los 30 años

 

En la Avenida Tacna

Corría el año 1954. En la quinta cuadra de la Avenida Tacna, donde funciona hoy el Centro de Convenciones del Crillón, quedaba La Crónica. En el primer piso, circundada de lunas catedrales se ubicaba la redacción de la edición de la mañana, La Primera, como la llamábamos. Era la época en que se sudaba la camiseta.

Había una silenciosa pero alturada competencia entre los diarios de aquella época, y sobre todo entre La Prensa y La Crónica, nuestra alma máter en el periodismo. Era la época de Toribio Gol -el actual Ministro de Trabajo, Alfonso Grados– director de informaciones del diario de Baquíjano y Pedro Morales Blondet en La Crónica, con sus inolvidables concursos de belleza, caravanas de los Reyes Magos, reinados del trabajo. Es decir, se peleaban los tirajes y se disputaba el cierre para ganar primero la calle.

El Club Juvenil

En ese marco y dentro de un ambiente de leal competencia y de sana camaradería, llegó un día a la redacción un grupo de chicos recomendados por el doctor Manuel Cisneros, entonces Presidente del Directorio, para que se entrevistaran con Antonio Olivas, Jefe de Información Local, quien era un hombre con mucha sensibilidad y vocación de enseñanza, cualidades por las cuales el Directorio del periódico le confiaba encargos delicados.

Entre el grupo juvenil destaca por sus buenos modales, dinamismo y perseverancia un chico larguilucho, ágil y de mirada penetrante, que era alumno de 4to. de media en el Markham, el mejor colegio por esa época y que para muchos sigue siendo el mejor del Perú y uno de los mejores de Hispanoamérica. Era Enrique Escardó. Henry, lo llamaban sus amigos, entre los que figuraban Rachel Carballeira, Pola Mercado, Foncho Miró Quesada, Ofelia GrabowskyCarita de Cielo“, Carmel Berger, Beba Fletchelle, Luis Lisson, el hoy juez Jorge Barreto, Guy Hoffman, Renee Benavente y César Acosta, entre muchos otros, quienes formaron con gran éxito el denominado Club juvenil del Perú, con más de 5 mil socios.

Sigue el olor a tinta

Recuerdo que un día Antonio Olivas me encomendó apoyar y dar facilidades al flamante grupo juvenil. Ellos utilizaban su escritorio y máquina de escribir. Tenían sus reuniones en una especie de mesa redonda e intercambiaban ideas acerca de sus planes y actividades, que eran de carácter periodístico y social, principalmente.

Lógicamente, el más asiduo y que ya empezaba a teclear con dos dedos era Escardó y por eso lo nombraron su Presidente. Fue, pues, en La Crónica en donde se impregnó por primera vez esa tinta que jamás se borra y que se lleva en la sangre: el periodismo. De esto han transcurrido más de 30 años y –Henry tenía en esa época escasos 16 años- y la tinta de aquella máquina de Antonio Olivas sigue aún impregnada -no solo en la máquina sino en el alma de Enrique Escardó.

Entre el grupo juvenil destaca por sus buenos modales, dinamismo y perseverancia un chico larguirucho, agil y de mirada penetrante, que era alumno de 4TO de media.

 

Llegará muy lejos

Y aquí quizás voy a herir la natural modestia de Enrique, pero al revelarle esta primicia voy a lograr -estoy seguro- incentivar a Escardó en la cara lucha cotidiana. Recordarán los muchachos de aquella época, lectores de La Crónica, que semanalmente -los días miércoles- aparecía una página completa, la primera de su clase dentro del periodismo peruano, que se llamaba Club Juvenil, con informaciones propias de ellos. Una madrugada, hablando con Olivas sobre el Club Juvenil, me dijo: “Ese chico Escardó va a llegar muy lejos. Hay que foguearlo”, al tiempo que corregía originales y diagramaba su página. Le informó lo mismo al Dr. Cisneros, quien secamente le contestó: “¿Y por qué crees que te lo he enviado?

Olivas era un visionario y tenía vocación de servicio. Vivió para enseñar y murió eneñando. Pocos meses antes de fallecer, en La Casa de España, tomando un “express” y con sus inseparablae cigarrillos negros, con una larga ceniza que hacía equilibrio para no caerse, estuvo recordando con nostalgia de todo un poco. Recordó a Milton von Hesse, a Pocho Delboy, a Paco Alava -hoy y desde hace mucho tiempo en GENTE – a Santiago Salad, Uberto Chávez, Carlitos Concha, Gonzalo Armaza y, por supuesto, no podía faltar el recuerdo a Escardó. “Es el único que ha hecho empresa periodística -sentenció Olivas– y hoy nos puede dar trabajo”. “Ni Cisneros, ni “Ráfagas“, ni yo nos equivocamos, su revista no es solo la mejor, la más completa, veraz e independiente del Perú sino una de las mejores de habla hispana”, sentenció con natural orgullo.

El maestro con orgullo

Maestro_Con_Orgullo!Yo me siento orgulloso de haberle dado la oportunidad a instancias del Dr. Cisneros, gran amigo del tío de Henry, Lucho Escardó, de iniciarse en el periodismo. ¿Se acuerda del Club Juvenil cuando “Guayaba” los quería botar? Es que “Guayaba” era mala persona y no quería que nadie con capacidad, le pudiese hacer sombra. Era cuestión de darle confiranza y se la dimos”, agregó el malogrado periodista.

Esta nota, que tiene sabor a reminiscencia y que más parecería un homenaje a Antonio Olivas Caldas, lo es realmente a Enrique escardó V-G, en el recuerdo de sus pinitos periodísticos bajo tan buen auspicio. Porque, quienes conocemos la sensilidad de Escardó, quien nunca olvida a su tía querida y que lleva en su corazón el grato recuerdo de su infancia, forjada en el colegio Markham, hoy, en esta fecha memorable en su vida, vuelve su mirada de evocación. Porque retrotrayendo el pasado, se afianza en el presente, para proyectarse en el futuro.

Simple y llanamente he querido dar testimonio de cómo nació GENTE. A los muchos homenajes que él está recibiendo, quisiera sumar este sencillo, humano, evocativo y cariñoso del amigo que lo conoce en su fondo tan humano. Sin envidias, olvidando ofensas y enseñando a tantos y tantos periodistas que ya triunfan en otras redacciones del Perú y del extranjero. Con gran esfuerzo y capacidad tienen muy merecido su éxito personal y el de su hija mayor que es GENTE, una de las revistas de más calidad, prestigio y éxito entre todas las de habla hispana… Y cada día mejora más.

Todos los que conocemos a Escardó y los miles de lectores de GENTE saben que algunas veces pueden equivocarse, pero nunca mentir intencionalmente ni venderse, y allí está la fórmula de su enorme como merecido éxito. Es la revista peruana de más alta credibilidad, tiraje y circulación, es la más completa y amena, la que leen masivamente todos los sectores sociales. Es La Gran Revista del Perú, y ojalá lo sea por muchos años más.

 

Por: Luis Saavedra Arias (Publicado hace 32 años, con motivo de las Bodas de Plata de GENTE)

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