Salud

TEMORES INFUNDADOS DE LA TERAPIA SEXUAL


Existen muchos mitos y temores acerca de lo que significa la Terapia Sexual. Estos están relacionados mayormente con la sociocultura, que además es quien determina lo que es normal y lo que es patológico en el ámbito del funcionamiento sexual.

Encontrar conocidos en la sala de espera de una consulta sexual es incómodo, cuando se considera que la sexualidad es tabú y como un tema que no debe conversarse entre adultos a menos que sea con la pareja. Sin embargo, para los que no están informados, en una consulta sexual se tocan asuntos que no necesariamente están relacionados con patologías o disfunciones sexuales.

Quien va a una consulta sexual puede tener problemas de pareja, desear obtener información sexual (que la mayoría de adultos jamás recibió en su casa ni en sus centros de estudio y no debe sentirse culpable ni avergonzado por ello), tratar de mejorar su desempeño sexual para mantener una unión de pareja satisfactoria, así como aprender a expresar sentimientos y acuerdos sobre temas sexuales con su pareja.

También acuden para aclarar dudas y mitos sexuales, cambiar actitudes negativas ante la sexualidad. Observarse, analizarse y aceptarse a sí mismo ayuda a percibir la función sexual como una conducta aprendida y a darse cuenta que el desempeño sexual puede mejorarse, esta es una de las ayudas que se requieren en la terapia sexual para mejorar la vida personal y la relación de pareja.

Hay quienes buscan la consulta sexológica porque necesitan educación sexual, para poder hablar con sus hijos sobre sexualidad. Algunos padres opinan “si a mí nadie me enseñó, mis hijos tampoco necesitan que les hablen del tema, ya aprenderán solos” y esto es un mito, ya que no hablar con los hijos sobre sexualidad es educar, pero en forma negativa y oscura.

Obviamente también hay pacientes que acuden porque el deseo y la actividad sexual han disminuido considerablemente y están distanciando a la pareja o cuando existe alguna disfunción sexual, ya sea en la mujer o en el hombre. También acuden a consulta personas que desean mejorar su información y desempeño sexual porque saben los beneficios que puede traer para su vida personal.

Los problemas pueden resolverse en pocas sesiones cuando se trata de información y formación, y cuando se presentan disfunciones sexuales las terapias también son cortas, dependientes del cumplimiento de las tareas asignadas al cliente.

 

Como pueden ver los motivos para ir a un sexólogo son múltiples. El trabajo que tiene que realizar la persona que acude a terapia sexual es muy importante, sin su participación no hay cambios. A su vez, el perfil de un terapeuta sexual debe ser el de una persona preparada en lo que significa la conducta sexual humana, formado como un orientador y educador, además debe conocer sobre temas sexuales a profundidad, ser ético, estar libre de prejuicios, mitos y errores de concepto, de no ser así es una irresponsabilidad trabajar con pacientes o divulgar información en los medios, ya que es más el daño que ocasiona que las soluciones que ofrece.

Los problemas pueden resolverse en pocas sesiones cuando se trata de información y formación, y cuando se presentan disfunciones sexuales las terapias también son cortas, dependientes del cumplimiento de las tareas asignadas al cliente. Una vez superadas las dificultades las sesiones pueden espaciarse en el tiempo o terminar.

Las personas, por lo general, tratan de resolver por sí mismos los problemas sexuales, a veces conversan con su pareja (pocos son los casos ya que “de eso no se debe hablar” o por temor a ser juzgados), amigos o buscan información por internet o revistas especializadas, otras veces acuden a mi consulta sexológica referidos por los mismos pacientes, u otros psicólogos, como es la mayoría. También hay clientes que acuden porque han escuchado en la radio, TV o leído mis artículos.

He tenido pacientes que han acudido a consulta cuando ya estaban divorciados y después de un par de sesiones me han comentado “si hubiese sabido esto no estaría divorciado”. Antes de terminar una relación hay que intentar todas las formas posibles por superar los impases.

Por otro lado, la vida sexual es para disfrutarla, no para sufrirla y hablar del tema con un terapeuta sexual ayuda a clarificar situaciones y mejorar desempeños. Nunca es tarde para buscar ayuda y nadie tiene que sentirse disminuido por acudir a una consulta sexual, todo lo contrario, es digno de admiración y respeto.

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